5.12.09

La primera vez


El trío se formó allá por 2006 en Córdoba, cuando se juntaron Andrés Oddone, Cristóbal Paz (dos maestros de la producción digital ) y Leandro Frías (productor, comunicador, poeta, performer... por citar algunas de las muchas cosas que hace!). Casi por accidente, o en broma, salió el primer tema y luego fueron brotando los demás. Así se fueron reuniendo las composiciones que forman parte del disco, próximo a editarse, de L'Echo. Y hoy es su primera vez. Frente al público, claro, porque hoy realizan su primera presentación en vivo. Le Bar es el reducto del Downtown elegido para la ocasión, y no falla: buena música, cocina y barra son el complemento ideal para la estructura y estética del lugar, que ayuda a crear un ambiente íntimo y de disfrute, tanto para los músicos como para el público.

El estilo de L'Echo mezcla dub, reggae, hip-hop y poesía de autores como Henri Michaux, Juan Gelman, y también del propio Frías; y el maridaje se completa con lo cantado y recitado de las letras elegidas por la agrupación.

Comenzaron con “Tus Ojus” de Gelman, y allí Leandro cruzó la barrera: pasó de estar lejos del micrófono, a estar detrás de él, donde se lo vio cómodo y divertido. Luego pasaron a una composición del comunicador: “Padre e hijo”. La canción fue originalmente escrita sobre el lazo con su padre, pero hace poco tuvo una hija, y “ahora está en estéreo”, como bromeara desde el escenario. Sin marcar demasiado las “s”, sonó prolijo, delicado e hipnótico, como la bella composición que es, y que canta sobre el crecimiento, el tiempo, un alcanfor y el paso del tiempo.

Con la canción “Laguna Brava” trajeron una sensación del calma, que luego fue revertida con “Dancehall”, donde un Frías transformer reverberó sobre el mic, bien robótico.

Para el cierre, a modo de bis, volvieron a interpretar el tema que le da nombre al grupo: “L'Echo”, con mucho funk, groove, movimiento de cabezas y bailes frente al escenario.

L'Echo se mostró como un sólido trío, con presencia e infinitas posibilidades creativas. Fue una bomba que estalló un 2 de Diciembre de 2009, y su onda expansiva seguirán reverberando en cada uno de nosotros.

24.11.09

Día de la Música en Banfield


En el marco del 3er. Festival Jazz Ensamble '09 (todos los domingos de Noviembre desde las 18 horas), parte del staff de RadioMontaje fuimos para el Banfield Teatro Ensamble en Lomas de Zamora el pasado domingo, para disfrutar del tercer encuentro que allí se realizó.
De frente al lugar, por la izquierda se accede a un bar muy lindo, con cómodos sillones y mesas bajas ideales para relajarse, y paredes y lámparas rojas que le dan un toque de calidez. Por la derecha, un pasillo adornado con fotografías de músicos de jazz llega hasta el ingreso del salón.
¡Entonces qué mejor opción para festejar el día de la música! A sala llena (capacidad máxima aproximada, 250 espectadores) y con un público respetuoso – no fácil de encontrar – y joven para nuestra sorpresa y alegría, disfrutamos de un muy buen espectáculo.


Los shows estaban pactados para las 20, 21 y 22 horas respectivamente, pero más allá de haberse demorado 30 minutos en comenzar, cada uno respetó su tiempo de exposición de una hora (a excepción del final).


A las 20.30 horas se presentó uno de los ganadores del concurso, el cuarteto de jazz Cápsula. Formado por Fernando Isaía en trompeta, Gonzalo López Di Muro en guitarra (con interesantes exploraciones), Pablo Tesare en contrabajo y Pablo Díaz en batería, esta agrupación presentó un repertorio joven (como sus integrantes), fresco, dinámico y cuidado.


A las 21.30 horas subió al escenario el Dúo Jodos – Casazza. El excelente pianista Ernesto Jodos y el guitarrista Carlos Casazza interpretaron un repertorio de canciones que perteneció en su mayoría al disco del pianista “Kilómetros”. Tal como ese nombre quisiera indicarlo o sugerirlo, son composiciones que se prestan para escuchar a lo largo de un viaje por alguna ruta, y ciertamente le dieron un marco de tranquilidad al evento.
Jodos rescató la sensación de festival que el Banfield Teatro Ensamble le da al evento, y festejó que éste siga creciendo, ya que lo rescata como una muy buena propuesta musical para el público.


Y llegó el gran final. A las 22.30 horas puntual, acaparó el escenario Juan Cruz de Urquiza Sexteto.
El trompetista estuvo acompañado de su agrupación, que se completa con Rodrigo Domínguez en saxo alto, Ricardo Cavalli en saxo tenor, Diego Schissi en piano, Guillermo Delgado en contrabajo y Oscar Giunta en batería.
La propuesta era irresistible: un homenaje a los 50 años de la edición del disco “Kind of Blue” del gran trompetista Miles Davis. La performance arrancó con la proyección de parte de un documental sobre ese disco, con testimonios de grandes leyendas del jazz. Y a continuación, arrancó la función musical. El sexteto se lució e interpretó casi todos los temas del álbum: “So What” con brillantes solos de Diego Schissi, Ricardo Cavalli, Rodrigo Domíonguez y Juan Cruz de Urquiza; “Blue in Green” muy calmo, sublime versión; “All Blues” con excelentes solos de Rodrigo Domínguez; y “Flamenco Sketches”.
El trompetista, muy contento por la convocatoria que tuvo el festival, agradeció al público el haberse acercado, y como no nos queríamos ir así sin más, tuvo que haber bis.
Para el cierre, el sexteto interpretó a modo de contextualización “Blue Train”, del disco homónimo del saxofonista John Coltrane, anterior a “Kind of Blue” (fueron editados en 1957 y 1959 respectivamente). El público, bendecido, agradeció con una lluvia de aplausos y se fue a casa con algo del mejor jazz corriendo por las venas.


Para más información sobre la programación del próximo y último domingo del festival: http://www.teatroensamble.com.ar/

Flores despidió el año en Virasoro (y yo también)

Viernes, 23.45 horas (un poco más tarde de lo pactado, bastante) llegué a Virasoro, cerquita de casa, ara escuchar en vivo el último concierto que brinda el saxofonista Ramiro Flores por este año.
Lo acompañaron Hernán Jacinto en teclados, Sergio Verdinelli en batería y Richard Nant en trompeta,
Llegué y sonaba “Dial”. La reconocí desde la calle, antes de entrar al local. Le siguieron “Himnótico”, “5 de Septiembre”, “Doctor” y “Bolú”; todo esto a bar lleno y con la buena vibra que el músico sabe generar con sus temas.
Qué bueno terminar el año así, o al menos la semana, escuchando jazz en vivo. Y sucede que en cierta forma yo también despido este año: hoy fue mi último día de cursada, tuve música. Y la sigo teniendo.

20.11.09

Power Trío


La cita fue la noche del jueves en Thelonius Club, en el barrio de Palermo.
Venía de una semana agitada y necesitaba desconectarme un poco, y reconectar con el lado musical que tanto me relaja. Entonces ahí me apersoné.

Carlos Michelini, talentoso saxofonista oriundo de la Provincia de Santa Fe y quien regresó hace poco al país luego de trabajar en el exterior, se presentó junto a su trío, con Hernán Jacinto en teclados y piano, y Oscar Giunta en batería y percusión.

Comenzaron a las 22.15 con una enérgica variación del tango “Mareados”, muy bien lograda. Luego llegó el turno de “Hablando a tu corazón” del gran Charly García, versión que resultó bien cool y relajante, y que por suerte iba ayudándome a lograr mi objetivo. Siguió un tema del mismo Carlos, “Feeling of the flower”, de melodías y acordes optimistas, alegres y algunas notas de funk; en el cual el trío demostró su poder.

La segunda parte nos trajo raíces folclóricas, cuando la agrupación interpretó la zamba “Cantora De Yala” de Cuchi Leguizamón; seguido por “Viento patagónico”, composición del saxofonista.

Y así, silbando bajito una zamba, volví a descansar... para empezar bien el fin de semana.




14.11.09

Este espacio


Me gusta, de vez en cuando, ir a ver música en vivo sola.
Soy una desconocida, una más del montón. Sorbo mi copa de vino despacito, casi como con pudor. No levanto mucho la mirada, me concentro en el papel y las palabras que corren más rápido que mis dedos.
De vez en cuando pasa alguien y se mueve el piso. La velita que está en mi mesa, y la copa, se tambalean un poco. Entonces dejo de escribir, porque no me gusta que se me corra la letra. Y retomo.
Vine sola. Me gusta tener este espacio. Escribo, observo de reojo, y vuelvo al papel. Y cuando comienza la música me voy a otro mundo. Sorbo, escucho, miro, medito. Que a dónde me traslada la melodía, que qué siento, o qué emociones me brotan a flor de piel.
Recuerdo, proyecto. Y me canso de escribir. Este malbec que me acompaña sabe dulce. Pasea gentil por mi boca, se mece por la cavidad y algunas gotas resbalan en mis labios, como una seda,
El tinto me relaja, pero no al punto de dormirme como el blanco; sino que surte su efecto después de un rato. Me enciende. Su color rubí – apenas distinguible gracias a la luz de la vela – tiñe mis palabras. Relajadas, elegantes, sinuosas, invitantes, sugerentes.
Hasta ahora no releí nada de lo escrito en esta hoja. Usualmente lo hago, pero no hoy. Sólo escribo lo que brota. No sé si estoy siguiendo una “línea”, más bien creo que es la descripción más larga que escribí hasta el momento. Sí, me gusta escribir por si no se nota. Ya llevo unos minutos... y bueno, veremos cómo queda,
En la mesa de al lado dos amigos conversan sobre el lenguaje, antropología – el chico dice que todos pasamos por una etapa mineral? y que luego reencarnamos en seres humanos – ciencia, filósofos, terapia, el karma... y un sinfín de temas que me resultan interesantes.
Pero yo soy ajena a esa charla. Soy una desconocida. Vine sola. Y me gusta tener este espacio.

Nota escrita el miércoles 04/11/09, en algún bar de Buenos Aires.

13.11.09

Gracias por la magia


Una ciudad tremenda. Vorágine, tantos viajes de ida y vuelta, contratiempos, esperas, rostros, voces, sonrisas escondidas que se encienden como luces y se extinguen, tantas músicas...


Este noche de reencuentro con una gran amiga, me trajo a Thelonious. Lo encuentro a Ramiro Flores, anfitrión de la velada y talentoso saxofonista, con quien charlamos un rato. Luego pasa a saludar Sergio Verdinelli, otro de los músicos que lo acompaña, un gran baterista que venía con todas las pilas para tocar. Completan el grupo Hernán Jacinto en teclados y Richard Nant en trompeta y fluegelhorn.


El show comenzó con Sangre, que presentó un excelente duelo entre teclados y batería; seguido de un “grandes éxitos del '72” como dijera Flores, con el maridaje de los temas Himnótico y Austin. Esa dupla comenzó con melodías de cuna, de beso, amor o despedida; seguido de un logrado efecto de transición para dar paso a un enérgico Austin.


Siguiendo con Dial, muchas emociones salieron a flote, y fue conmovedor. Todo como quien encuentra sorpresas mientras busca una estación donde quedarse a escuchar un rato.


Luego pasaron Feraldi, otra versión de Himnótico, un “intitulado” de 12 de Noviembre, y dieron cierre al encuentro con Doctor.


No me canso de disfutar de la música en vivo. No importa que tan agitado haya sido el día y que tanto nos haya cansado la ciudad, estos encuentros siempre tienen mágico un efecto reparador.

27.8.09

Así es el calor


La atmósfera era sofisticada. Sonidos minimalistas brotaban de los parlantes, y los comensales de las pocas mesas ocupadas conversaban animadamente. La barra brillaba roja frente a mi mesa, y en consonancia lo hacía el trago que ordené: un gosse rose, que combinaba vodka absolut ruby red, pomelo y cranberry. Las velas encendidas en las mesas revivían el calor agradable de la calle, y le daban un aire especial a la noche.

En este marco íntimo y de fulgor, se presentó anoche en Le Bar la cantante Alina Gandini, primero musicalizando la velada desde las 22, y luego con su Banda Hotelera cerca de las 23 horas. La acompañaron Marcelo Baraj en batería, Claudia Sinesi en bajo y coros, Matías Mango en teclados y Fernando Isaia en trompeta.


La banda interpretó – fiel a su estilo – clásicos del rock nacional en versión jazz, tales como “Estoy tocando fondo” de Viuda e Hijas de Roque Enroll; ofreció elegantes versiones de “Sobredosis de TV” y “Jet set” de Soda Stereo; enamoró con “Luna de miel” de Virus; e hizo bailar y vibrar con “Tras la medianera” de Viuda e Hijas, y “Cleopatra” de Fabiana Cantilo.


Todas estas melodías revisitadas – pero que jamás cansan – resultaron el condimento ideal para la noche de este verano que se nos está anticipando. Salud!
Foto cortesía de: www.deacaaaa.com.ar

24.8.09

Atomizados de Blues


La cita fue el sábado 22 de agosto a las 23.30 horas en el ND Ateneo. El gran maestro de blues y rock Miguel Vilanova hizo la presentación en Buenos Aires de su nuevo disco "Adiós Botafogo, bienvenido Don Vilanova", producido por Gustavo Rowek (baterista y fundador de V8 y Rata Blanca, hoy Nativo) y Sergio Berdichevsky (guitarrista de V8, Rata Blanca y Nativo).

La banda, con Vilanova en guitarras eléctricas y acústicas, se completa con Hernán Zamora en teclados; Franco Capriati en armónica; Federico Pernigotti en guitarra eléctrica; Rafael Pravettoni en bajo eléctrico; Luciano Scalera en batería; Santiago Castellani en trombón; James Suggs en trompeta y Cristian Terán en saxo tenor.

Contó con invitados de lujo, como el cantante Lorenzo Thompson de Chicago; el legendario músico Ciro Fogliatta (ex integrante del grupo de rock Los Gatos, banda que fuera considerada como la fundadora del rock en español); el actor y músico Rodrigo Guirao Díaz; la cantante Romina Vitale; y el guitarrista Lucas Sedler (ex Memphis).

El show fue una agradable caja de sorpresas, de la cual emergió una magia y energía absolutamente contagiosa. Absolutamente verborrágico, el músico hizo hincapié en sus raíces e historias de los últimos años.

La noche tuvo su brillo funk con la canción “En las sombras del mundo interior”; su energía electrizante con el rock-blues de “Poco a poco” y su momento de paz con una versión en español de “Imagine”de John Lennon tocada con la escopetarra, una guitarra hecha sobre el armazón de un fusil AK-47.

La temática de las composiciones llevó de paseo a los presentes por un recorrido visual, de experiencias y de reflexión, donde se destacaron “Si me preguntas quién soy”, un blues de autoayuda que propone un viaje rutero de introspección, conocimiento y autoafirmación; “Vaivén”, que generó un clima de diálogo íntimo y de confesión con el público sobre el contexto político, preguntando por qué no se piensa mejor el camino que se elige; una oda a la autoestima, “post-sesión de psicología jungiana” aclaró el músico; y “Podés encontrar a Dios”, un controvertido tema sobre la religión que dice que Dios no está en edificios ni palabras muertas, sino en nosotros mismos y en la naturaleza.

Fueron 3 horas y 29 temas de continuada expresión musical. Don Vilanova está para quedarse, llevando su mensaje atomizador al mundo, dejando en cada uno sus moléculas de invaluable blues.

22.8.09

Standards Improvisados


El trompetista – ¡y ahora técnico superior en jazz! – Sergio Wagner se presento con su cuarteto en Virasoro Bar. La formación, con él en corneta; Ramiro Flores en saxo; Carto Brandan en batería y Federico Llacht en contrabajo, llevó al público de paseo por interpretaciones propias de clásicos del jazz.


Comenzaron dándole charm a la noche del jueves con “Four” de Miles Davis, y luego envolvieron a los presentes con la mística melodía de “Beatrice”, de Sam Rivers. Les siguieron “Softly, As In A Morning Sunrise”; el vertiginoso “Tune Up” de Miles Davis y luego – para contrastar – el sigiloso “Round Midnight” de Thelonious Monk.


Para el cierre el cuarteto interpretó “It Could Happen To You” de Johnny Burke y Jimmy Van Heusen. Y sí, podría suceder que uno se quede con ganas de más.

19.8.09

Un quinteto de 6


Así se presentó el Mariano Otero Quinteto el lunes pasado en Thelonious, reducto delicioso para quienes buscan buen jazz cualquier día de la semana – y más importante aún – sin importar que sea lunes: ¡mejor así!

La formación se presentó con Juan Cruz de Urquiza en trompeta y fluegelhorn; Rodrigo Dominguez en saxo alto, tenor y clarinete; Francisco Lo Vuolo en teclados; Sergio Verdinelli en batería; Patricio Carpossi en guitarra y Mariano Otero en contrabajo y bajo eléctrico.

La velada comenzó poco después de las 22 horas con “Rojo”. Pacientemente, Mariano explicó al público que la melodía se basaba en el siguiente cántico: “Dale rojo, dale rojo” y después un enfático “vamo' a dar la vuelta, la vuelta vamos a dar”, haciendo hincapié en que se notase la importancia de la no pronunciación de la “s” en la primera frase, y su utilización en la segunda.
El tema resultó absolutamente enérgico, y como máximo exponente de toda esa fuerza el contrabajista saltaba y se movía como un niño prendido al instrumento, transmitiendo esas buenas vibraciones al público.

Luego le siguieron “DP”, una delicada balada que escribió para su abuelo; y “Vuelos”, un tema dedicado a los vuelos y aeropuertos, “el mejor tema de hoy, pero varío de lunes a lunes”, aclaró Otero, haciendo gala de sus dotes de humorista. Aquí se destacaron los solos de Juan Cruz de Urquiza y Rodrigo Dominguez, y el ambiente se llenó de un aire funky, que quedó evidenciado en el simultáneo movimiento de cabezas del público.

Tras un breve corte los músicos regresaron al escenario, donde interpretaron “Snob”; “Gordini” (dedicado a su segundo hijo y a su mujer, Florencia); y “Podría haber sido Juan”.
Para terminar, cerraron la noche con “Espíritu”, dejando marcada una sonrisa indeleble en los rostros de quienes pudieron disfrutar de tan buen comienzo de semana.

14.8.09

Un jueves con alma. O con soul. O ambas!


Daniela Spalla se presentó en un set acústico en piano junto a Sebastián de la Riega en guitarra, dentro del ciclo “900 J Club” que se desarrolla todos los jueves entre Agosto y Diciembre en Novecento de Las Cañitas, y combina presentaciones de música en vivo más DJ Sets.

La noche venía animada por las melodías electrónicas que brotaban de la bandeja del DJ; los tapeos y tragos iban y venían, y la gente conversaba animadamente.
Hasta que, tras un breve silencio, asomaron los acordes de un piano. Y allí estaba Dani, tras su flequillo, y sus ojos miraban tímidamente en todas direcciones.
Y se largó a tocar. En pocos segundos las miradas que vagaban de un lado a otro del local se enfocaron en el escenario, prestando su atención a quien deleitaba a los presentes con su voz.

Comenzó con “En llamas”, seguida de “No es para tanto” y luego con “Un lugar lejos de este mundo”.
Pese a tener a una multitud frente a nuestra mesa, nos las ingeniábamos para seguir la melodía y cantar a coro. Pero no es fácil! Usa tantos matices que escucharla es como subirse a una montaña rusa. Y el viaje es súper disfrutable.
Con “Folk japonés” desplegó una coreografía desde la silla con sus manos y su mirada, y luego con “Si no estoy” y “En vano” fue cerrando el encuentro. Las palmas y chasquidos de dedos del público la acompañaban, y ella sonreía.

Como último tema, ofreció su versión de “Ain't no sunshine” de Bill Withers. Y sí, el sol se había ido y ella también del escenario, pero dejó encendidas las estrellas y las ganas de seguir escuchándola.

7.8.09

Con el jazz en las venas


Era un jueves con aroma y color a viernes y había que matizar el frío. Bah, en realidad, aplacarlo. ¿Y qué mejor que buena música, una copa y un delicioso platillo para cumplir la misión?
Así me dirigí hacia Thelonious, donde supe que encontraría estos 3 ingredientes que harían de mi noche de jueves ya el comienzo del fin de semana.


El joven trompetista Sergio Wagner deleitó al público con su quinteto, completado con Juan Ignacio Méndez en saxo tenor, Ernesto Jodos en piano, Martín de Lassaletta en contrabajo y Sebastián Groshaus en batería.
La velada comenzó bien arriba, con el hard bop de Joe Henderson y sus temas “Short Story” y “Mode for Joe”; hasta que “Backstage Sally” de Wayne Shorter nos preparó para un descanso.

El frío afuera expectante nos atacó con el viento que revoloteaba por las escaleras, y nos advertía que el corte no superaría los 15 minutos.

Al regresar y para sacudirnos la helada, nos recibió el cálido “Baghdad Blues” de Horace Silver, para luego darle paso a “Peace”, tema del mismo autor, que nos hizo sumergir en la calma de la noche de invierno mientras las velas se consumían en las diferentes mesas del local. Ya a medianoche, el encuentro cerraba con la impecable interpretación que el quinteto brindó sobre “Joshua” de Victor Feldman, para darle así comienzo al viernes con algo de buen jazz cargado en las venas.

4.8.09

Noche Himnótica


Sábado por la noche algo frío, y un buen plan: refugiarse en un club de jazz para escuchar música que abrigue el alma. En el escenario de Virasoro se presentaron Ramiro Flores en saxo, clarinete y voz, Hernán Jacinto en rhodes, Sergio Wagner en trompeta, y Oscar Giunta en batería; con el Mono Fontana en sintetizador como invitado de lujo.

El grupo sonó preciso, armonioso, llevando al público en un viaje relajante y de disfrute. En la segunda parte de la presentación, Fontana interpretó solo en el escenario con su sintetizador una delicada versión de la deliciosa “Jilguero” de Spinetta; y Flores llenó el aire con su voz en “Barcos”.

Muy buenas composiciones del saxofonista, entre las que se destacaron Himnótico I y II – “y no hipnótico” como bromeara Flores, sin imaginarse que las sólidas interpretaciones junto a los músicos que lo acompañaron hicieron del concierto un hechizante aperitivo, dejando a los presentes con ganas de más jazz.

29.7.09

(de)motivate me

So, I've become a fan of a site that has made a point on the "art" of motivation.
They say
psychology tells us that true, lasting motivation can only come from within. Common sense tells us it can't be manufactured or productized. But since people desperately want to believe that there are simple solutions to complex problems, then desperation has disposable income, and market opportunities abound.
Therefore, as they believe motivational products create unrealistic expectations, raising hopes only to dash them, they've created sublime pieces of soul-crushingly depressing demotivating designs.

I plan to analyze each piece, based on daily situations.
You're welcome to contribute with your own experiencies as well!

ganas

queriente, pudiente e iluminada
así me encontró este miércoles de julio
mi cabeza está a mil revoluciones
será producto / resultado de tanto tiempo libre?
que al menos se convierta en algo productivo...
la cuestión es que me invadieron estas ganas de volver a escribir
asíque
ahí vamos