24.11.09

Día de la Música en Banfield


En el marco del 3er. Festival Jazz Ensamble '09 (todos los domingos de Noviembre desde las 18 horas), parte del staff de RadioMontaje fuimos para el Banfield Teatro Ensamble en Lomas de Zamora el pasado domingo, para disfrutar del tercer encuentro que allí se realizó.
De frente al lugar, por la izquierda se accede a un bar muy lindo, con cómodos sillones y mesas bajas ideales para relajarse, y paredes y lámparas rojas que le dan un toque de calidez. Por la derecha, un pasillo adornado con fotografías de músicos de jazz llega hasta el ingreso del salón.
¡Entonces qué mejor opción para festejar el día de la música! A sala llena (capacidad máxima aproximada, 250 espectadores) y con un público respetuoso – no fácil de encontrar – y joven para nuestra sorpresa y alegría, disfrutamos de un muy buen espectáculo.


Los shows estaban pactados para las 20, 21 y 22 horas respectivamente, pero más allá de haberse demorado 30 minutos en comenzar, cada uno respetó su tiempo de exposición de una hora (a excepción del final).


A las 20.30 horas se presentó uno de los ganadores del concurso, el cuarteto de jazz Cápsula. Formado por Fernando Isaía en trompeta, Gonzalo López Di Muro en guitarra (con interesantes exploraciones), Pablo Tesare en contrabajo y Pablo Díaz en batería, esta agrupación presentó un repertorio joven (como sus integrantes), fresco, dinámico y cuidado.


A las 21.30 horas subió al escenario el Dúo Jodos – Casazza. El excelente pianista Ernesto Jodos y el guitarrista Carlos Casazza interpretaron un repertorio de canciones que perteneció en su mayoría al disco del pianista “Kilómetros”. Tal como ese nombre quisiera indicarlo o sugerirlo, son composiciones que se prestan para escuchar a lo largo de un viaje por alguna ruta, y ciertamente le dieron un marco de tranquilidad al evento.
Jodos rescató la sensación de festival que el Banfield Teatro Ensamble le da al evento, y festejó que éste siga creciendo, ya que lo rescata como una muy buena propuesta musical para el público.


Y llegó el gran final. A las 22.30 horas puntual, acaparó el escenario Juan Cruz de Urquiza Sexteto.
El trompetista estuvo acompañado de su agrupación, que se completa con Rodrigo Domínguez en saxo alto, Ricardo Cavalli en saxo tenor, Diego Schissi en piano, Guillermo Delgado en contrabajo y Oscar Giunta en batería.
La propuesta era irresistible: un homenaje a los 50 años de la edición del disco “Kind of Blue” del gran trompetista Miles Davis. La performance arrancó con la proyección de parte de un documental sobre ese disco, con testimonios de grandes leyendas del jazz. Y a continuación, arrancó la función musical. El sexteto se lució e interpretó casi todos los temas del álbum: “So What” con brillantes solos de Diego Schissi, Ricardo Cavalli, Rodrigo Domíonguez y Juan Cruz de Urquiza; “Blue in Green” muy calmo, sublime versión; “All Blues” con excelentes solos de Rodrigo Domínguez; y “Flamenco Sketches”.
El trompetista, muy contento por la convocatoria que tuvo el festival, agradeció al público el haberse acercado, y como no nos queríamos ir así sin más, tuvo que haber bis.
Para el cierre, el sexteto interpretó a modo de contextualización “Blue Train”, del disco homónimo del saxofonista John Coltrane, anterior a “Kind of Blue” (fueron editados en 1957 y 1959 respectivamente). El público, bendecido, agradeció con una lluvia de aplausos y se fue a casa con algo del mejor jazz corriendo por las venas.


Para más información sobre la programación del próximo y último domingo del festival: http://www.teatroensamble.com.ar/

Flores despidió el año en Virasoro (y yo también)

Viernes, 23.45 horas (un poco más tarde de lo pactado, bastante) llegué a Virasoro, cerquita de casa, ara escuchar en vivo el último concierto que brinda el saxofonista Ramiro Flores por este año.
Lo acompañaron Hernán Jacinto en teclados, Sergio Verdinelli en batería y Richard Nant en trompeta,
Llegué y sonaba “Dial”. La reconocí desde la calle, antes de entrar al local. Le siguieron “Himnótico”, “5 de Septiembre”, “Doctor” y “Bolú”; todo esto a bar lleno y con la buena vibra que el músico sabe generar con sus temas.
Qué bueno terminar el año así, o al menos la semana, escuchando jazz en vivo. Y sucede que en cierta forma yo también despido este año: hoy fue mi último día de cursada, tuve música. Y la sigo teniendo.

20.11.09

Power Trío


La cita fue la noche del jueves en Thelonius Club, en el barrio de Palermo.
Venía de una semana agitada y necesitaba desconectarme un poco, y reconectar con el lado musical que tanto me relaja. Entonces ahí me apersoné.

Carlos Michelini, talentoso saxofonista oriundo de la Provincia de Santa Fe y quien regresó hace poco al país luego de trabajar en el exterior, se presentó junto a su trío, con Hernán Jacinto en teclados y piano, y Oscar Giunta en batería y percusión.

Comenzaron a las 22.15 con una enérgica variación del tango “Mareados”, muy bien lograda. Luego llegó el turno de “Hablando a tu corazón” del gran Charly García, versión que resultó bien cool y relajante, y que por suerte iba ayudándome a lograr mi objetivo. Siguió un tema del mismo Carlos, “Feeling of the flower”, de melodías y acordes optimistas, alegres y algunas notas de funk; en el cual el trío demostró su poder.

La segunda parte nos trajo raíces folclóricas, cuando la agrupación interpretó la zamba “Cantora De Yala” de Cuchi Leguizamón; seguido por “Viento patagónico”, composición del saxofonista.

Y así, silbando bajito una zamba, volví a descansar... para empezar bien el fin de semana.




14.11.09

Este espacio


Me gusta, de vez en cuando, ir a ver música en vivo sola.
Soy una desconocida, una más del montón. Sorbo mi copa de vino despacito, casi como con pudor. No levanto mucho la mirada, me concentro en el papel y las palabras que corren más rápido que mis dedos.
De vez en cuando pasa alguien y se mueve el piso. La velita que está en mi mesa, y la copa, se tambalean un poco. Entonces dejo de escribir, porque no me gusta que se me corra la letra. Y retomo.
Vine sola. Me gusta tener este espacio. Escribo, observo de reojo, y vuelvo al papel. Y cuando comienza la música me voy a otro mundo. Sorbo, escucho, miro, medito. Que a dónde me traslada la melodía, que qué siento, o qué emociones me brotan a flor de piel.
Recuerdo, proyecto. Y me canso de escribir. Este malbec que me acompaña sabe dulce. Pasea gentil por mi boca, se mece por la cavidad y algunas gotas resbalan en mis labios, como una seda,
El tinto me relaja, pero no al punto de dormirme como el blanco; sino que surte su efecto después de un rato. Me enciende. Su color rubí – apenas distinguible gracias a la luz de la vela – tiñe mis palabras. Relajadas, elegantes, sinuosas, invitantes, sugerentes.
Hasta ahora no releí nada de lo escrito en esta hoja. Usualmente lo hago, pero no hoy. Sólo escribo lo que brota. No sé si estoy siguiendo una “línea”, más bien creo que es la descripción más larga que escribí hasta el momento. Sí, me gusta escribir por si no se nota. Ya llevo unos minutos... y bueno, veremos cómo queda,
En la mesa de al lado dos amigos conversan sobre el lenguaje, antropología – el chico dice que todos pasamos por una etapa mineral? y que luego reencarnamos en seres humanos – ciencia, filósofos, terapia, el karma... y un sinfín de temas que me resultan interesantes.
Pero yo soy ajena a esa charla. Soy una desconocida. Vine sola. Y me gusta tener este espacio.

Nota escrita el miércoles 04/11/09, en algún bar de Buenos Aires.

13.11.09

Gracias por la magia


Una ciudad tremenda. Vorágine, tantos viajes de ida y vuelta, contratiempos, esperas, rostros, voces, sonrisas escondidas que se encienden como luces y se extinguen, tantas músicas...


Este noche de reencuentro con una gran amiga, me trajo a Thelonious. Lo encuentro a Ramiro Flores, anfitrión de la velada y talentoso saxofonista, con quien charlamos un rato. Luego pasa a saludar Sergio Verdinelli, otro de los músicos que lo acompaña, un gran baterista que venía con todas las pilas para tocar. Completan el grupo Hernán Jacinto en teclados y Richard Nant en trompeta y fluegelhorn.


El show comenzó con Sangre, que presentó un excelente duelo entre teclados y batería; seguido de un “grandes éxitos del '72” como dijera Flores, con el maridaje de los temas Himnótico y Austin. Esa dupla comenzó con melodías de cuna, de beso, amor o despedida; seguido de un logrado efecto de transición para dar paso a un enérgico Austin.


Siguiendo con Dial, muchas emociones salieron a flote, y fue conmovedor. Todo como quien encuentra sorpresas mientras busca una estación donde quedarse a escuchar un rato.


Luego pasaron Feraldi, otra versión de Himnótico, un “intitulado” de 12 de Noviembre, y dieron cierre al encuentro con Doctor.


No me canso de disfutar de la música en vivo. No importa que tan agitado haya sido el día y que tanto nos haya cansado la ciudad, estos encuentros siempre tienen mágico un efecto reparador.