19.8.09

Un quinteto de 6


Así se presentó el Mariano Otero Quinteto el lunes pasado en Thelonious, reducto delicioso para quienes buscan buen jazz cualquier día de la semana – y más importante aún – sin importar que sea lunes: ¡mejor así!

La formación se presentó con Juan Cruz de Urquiza en trompeta y fluegelhorn; Rodrigo Dominguez en saxo alto, tenor y clarinete; Francisco Lo Vuolo en teclados; Sergio Verdinelli en batería; Patricio Carpossi en guitarra y Mariano Otero en contrabajo y bajo eléctrico.

La velada comenzó poco después de las 22 horas con “Rojo”. Pacientemente, Mariano explicó al público que la melodía se basaba en el siguiente cántico: “Dale rojo, dale rojo” y después un enfático “vamo' a dar la vuelta, la vuelta vamos a dar”, haciendo hincapié en que se notase la importancia de la no pronunciación de la “s” en la primera frase, y su utilización en la segunda.
El tema resultó absolutamente enérgico, y como máximo exponente de toda esa fuerza el contrabajista saltaba y se movía como un niño prendido al instrumento, transmitiendo esas buenas vibraciones al público.

Luego le siguieron “DP”, una delicada balada que escribió para su abuelo; y “Vuelos”, un tema dedicado a los vuelos y aeropuertos, “el mejor tema de hoy, pero varío de lunes a lunes”, aclaró Otero, haciendo gala de sus dotes de humorista. Aquí se destacaron los solos de Juan Cruz de Urquiza y Rodrigo Dominguez, y el ambiente se llenó de un aire funky, que quedó evidenciado en el simultáneo movimiento de cabezas del público.

Tras un breve corte los músicos regresaron al escenario, donde interpretaron “Snob”; “Gordini” (dedicado a su segundo hijo y a su mujer, Florencia); y “Podría haber sido Juan”.
Para terminar, cerraron la noche con “Espíritu”, dejando marcada una sonrisa indeleble en los rostros de quienes pudieron disfrutar de tan buen comienzo de semana.

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